01 mayo 2008

C13

por Erica Naito
Artista-curadora por Córdoba (del Primer Cruce en Casa13)

Desayuno:

Medialunas
Te
Encuentro
Casa 13

Meriendas:

Yuxtaposición
Habitar
Convivir

Son las palabras que sentí en aquella tarde.

Pienso, lo que puede significar un espacio.
Un espacio es habitarlo. Que el espacio me rodee y a la vez poder rodearlo.
Un contenerse, sentirse contenido y la vez rodearlo, abrazarlo desde lo físico como desde la vivencia.
Habitar es eso: estar ahí, en el lugar y a la vez transformarse en él.

Que es casa 13? Un espacio de arte y a la vez una casa, esa yuxtaposición, esa convivencia de ambas modalidades.
Es una casa, por sus muebles, por su living, su comedor, por su patio, por sus colores: Una casa.
Es un espacio de arte, por esta apertura, esta invitación a estar en ella, habitarla. y abordarla con un proyecto expositivo.
Abordarla en encuentros, con las obras, con la intervención, que mucho significa, estar en el lugar y trabajar en el lugar.

También habitar significa, encuentro con otras personas, convivir.
Aquí conviven obras, gente.
Qué puede tener esto de significativo?
Pues muchas cosas, sobre todo el cruce de personas y sus obras, el cruce de miradas en sus obras, el cruce y dialogo entre las obras y nosotros sus “habitantes”, los que nos invitamos a estar en ella, y compartir experiencias.
Reconstruir, transformar ese espacio en nuestra vivienda desde lo que significa estar dentro y abordarlo. Y lo que ese espacio también al habitarlo nos transforma, nos enlaza, nos va vinculando, tejiendo nuestras propias relaciones en ella, con el espacio en sí y con la gente que pasa por ella.

Cuál es mi rol?
Cómo habitarlo?
Qué es ser “curadora”? o al menos desde que lugar quiero serlo?
La figura de “curadora” supone una verticalidad, al menos lo veo de esa manera.
Y con Mara y Judtih, quise asumir este “rol” pero desde una actitud más a la par, más horizontal. No soy “curadora”, y si de alguna manera debo definirme lo haría como alguien que acompaña a las artistas, testigo y partícipe en sus procesos, las problemáticas de abordaje del espacio, las dudas o inquietudes, las certezas, las emociones. Partícipe desde mi mirada y lo que mi experiencia pueda aportarles.
Y a la vez este brindar y recibir es lo que construye y crece y da sentido al estar allí con ellas.

Yuxtaposición
Habitar
Convivir

Los sonidos, las risas. Lo que rodea, lo que está en toda la habitación, en todos sus rincones, lo que está presente y nos envuelve. Las risas por doquier. Ese anhelo de encontrar niños jugando en la casa, pero solamente es su “presencia” sonora. Lejos de ser fantasmal, nos invita a quedarnos en ella, y disfrutar la plenitud de una risa pura, de una alegría contagiosa. Pero me pregunto, ¿por qué no hay niños allí?, por qué los sonidos están despojados de “visibilidad”? A dónde quieren llevarme?

Las superficies, los fragmentos de colores, caprichosos en sus particiones formales se recortan en la pared; como si quisieran quebrar ese celeste furioso de la habitación. Los colores y sus superficies planas parecieran tener un deseo de abrirse paso pero están contenidos en sus límites. Los veo como una especie de mapas, de territorios. Pinturas que marcan su territorialidad como tales pero sus contornos irregulares y caprichosos intentaran expandirse y vincularse al espacio “pared”.

Que extrañeza encontrarse con los colores de Judith y los colores sonoros de Mara yuxtapuestos, conviviendo, habitando, compartiendo el espacio. Y cruzándose, vinculándose. Dos procesos enteramente diferentes, con motivaciones diferentes, pero habitándose una a la otra. Dialogando? Interactuando? Cruzando sentidos? Cuáles serán sus lecturas?

La mesa. Me encanta la mesa.
Es el lugar central de la habitación, es donde la gente se reúne, donde la gente disfruta, se encuentra, donde la casa como tal cobra sentido.
Es en la mesa donde Mara y Judith conviven, se reúnen y comparten literalmente.

Las pinturas de Judith encuentran en el mantel el ”descanso” de su estructura objetual como pintura, para relajarse y “ser” mantel. Donde la pintura funciona como quiebre en la pared; en la mesa la pintura se mimetiza y se transforma en mantel, donde el mapa y su territorio como pintura, se diluye en el espacio, donde confluyen.
Es en la mesa donde la gente se reúne, donde en la frutera encontramos bollos de papel, y queremos “comerlas”, queremos leer los pequeños secretos que esconden, donde encontramos palabras, sentidos, pequeños indicios para aquellas risas. En los bollitos de papel, encontramos los rastros dejados por los sonidos, son los murmullos silenciosos de las risas. Es el lugar a donde nos quiere transportar las risas.
El sonido es envolvente, es lejano y cercano a la vez, nos sugiere, nos contagia, pero continuamente se nos “escapa”. Los bollos de papel y sus palabras es lo que logramos asir para darles sentido, para poder darles imagen.

Yuxtaposición
Habitar
Convivir
Noche de apertura

¿Cómo será convivir con los chicos del living?

Alto impacto

por Analía Regue
Artista-curadora por Rosario (del Primer Cruce en Casa13)

Alto Impacto

El instinto es buen cuadrante.
Casi diría que cierro los ojos para entrever quienes me acompañan a la Casa.

Entonces tengo una pequeña visión algo más clara de algunas obras unidas a mi retina y van configurándose diálogos, comentarios, complicidades construidos de un modo invisible en la pequeña escala de lo cotidiano.
Al revisar el primer impulso y volverlo conciente pienso que, como en un equipaje tengo lo que necesito.
Dándole más precisión digo, sí, es un mapa de diálogos lo que traigo, aquellos con los que discurro, con los que comento, con los que comparto procesos, a los que miro, a los que sigo.

Alto impacto; pienso jugando, haciendo equilibrio entre el nombre de un material plástico que utilizo con frecuencia y lo que escuchamos en expresiones de canciones y palabras dichas al pasar para señalar cuándo algo es de calidad sensible: alta foto, alta cumbia, “alto”, potente, claro.
Alto impacto por inquietantes e inquietos:
Las deliciosas y precisas instrucciones dibujadas por Javier Carricajo.
La violencia que interrumpe los cuerpos y los vuelve públicos a través de las noticias en Darío Ares.
Los días pasando y siguiendo acumulados durante Periférica 2006 por Fabricio Caiazza, Inne Martino y Ana Wandzik, transmutados en dibujos…dibujar: arte de base.
La sospecha como huella de un peligro anunciado pero nunca visto, sobrevolando la atmósfera de la naturaleza en Diego Vergara.
La acción de aparecer ocupando el espacio de las ciudades, en medio del estímulo vertiginoso de cada día de los stickers de Moira G.

Estos son, apenas, los impactos con que me gustaría activar sus miradas.

Esta es la pequeña jungla de links aproximadamente relevantes de cada uno, nótese la profusión y las dimensiones del paseo propuesto por la red, se recomienda curiosidad y un buen café:

Dario Ares
http://www.fotolog.com/mundodeares
http://www.fotolog.com/confesionario_08
http://www.boladenieve.org.ar/?q=node/420

Inne Martino
http://www.inne.com.ar/blogs
http://www.boladenieve.org.ar/?q=node/136
http://www.fotolog.com/rosachina

Fabricio Caiazza
http://www.boladenieve.org.ar/?q=node/135
http://sincita.wordpress.com
http://compartiendocapital.org.ar

Javier Carricajo
http://www.boladenieve.org.ar/?q=node/197
http://javiercarricajo.com.ar/

Ana Wandzik
http://www.boladenieve.org.ar/?q=node/190
http://compiladossituacionales.wordpress.com
http://almacendebaratijas.wordpress.com

Diego Alejandro Vergara
http://www.boladenieve.org.ar/?q=node/436

mis links:
http://www.boladenieve.org.ar/?q=node/129
http://infinitoparticular.blogspot.com
http://stickboxing.wordpress.com

Pfssss…

por Andrea Ruíz

El reconocimiento entendido como valor deseado, deseo que me deseen, moviliza a los seres humanos a realizar ciertas acciones para satisfacerlo y en ello se desarrolla una lucha entre sujetos por realizar el propio deseo, en este caso de reconocimiento, pero además es una condición para constitución de sociedad, bajo el reconocimiento yo-vos tiene posibilidades la asociación y la solidaridad; hay lucha y hay posibilidades solidarias si se plantean estrategias o bien si se respetan ciertas reglas comunicativas. El deseo que otro me reconozca e incluso se reconozca en mí supone que él identifica ciertas señales mínimas que conoce y en dirección contraria yo al menos parto de la convicción de que él posee este conocimiento previo. Sino en extremo, más allá del malentendido o la ‘libre’ interpretación, mi voz no suena y resuena, y sobreviene aún invisibilidad.
Porqué un artista muestra lo que hace? Habría varias respuestas pero concentrándonos en el punto que estoy tocando, diría expone un deseo de que alguien lo reconozca y tal vez le sea solidario. Luis F. Benedit recordaba en el 2000 un relato dónde se planteaba la diferencia entre un artista y alguien que no lo es: cuando un pintor “…terminaba un cuadro llamaba a su mujer y le decía: ‘Che María, mirá lo que hice’ (mientras que) un plomero terminaba de soldar y no le decía nada a la suya, pero los dos trabajaban igual”. Creo yo, que aquí hay una simplificación que no indaga razones y condiciones, de manera que no hace justicia especialmente con el plomero. Pero sí parece ser que en el caso de los artistas, este deseo de reconocimiento llega a exacerbarse al punto de limitar y reglar su comportamiento comunicativo social así como intervenir de manera decisiva en la propia práctica artística y la configuración de sus obras haciendo a uno y a otros funcionales a tal destino. La vanidad sería una condición necesaria para la práctica y la exposición artística pero desbocada llega a ocluir su propio origen, es tal lo incontenible del deseo de que alguien me-se vea en la obra que la misma se vuelve complaciente a los propios reclamos del espectador y hasta conduce a una alienación del artista. El solipsismo será la contracara extrema?

Sin embargo todo es tan complejo Por ejemplo, que esa complacencia, puede errar cuando supone cuáles son los deseos del otro, cuáles las señales que el espectador conoce.
Implícitamente o no la obra va en busca de un espectador ideal, quien quiero que me-se reconozca? Un conocedor medio de los lenguajes y temas del arte contemporáneo (otros artistas, críticos, curadores, etc)? Un conocedor empírico de los lenguajes publicitarios y políticos aplicados en la cartelería callejera? La pretensión de comunicabilidad con ‘el pueblo’ peca de ingenuidad o autoritarismo. Por un lado, qué es el ‘pueblo’?, por otro lado puede definirse una identidad única, de manera externa, del llamado ‘ciudadano común’? es el lenguaje y las imágenes de cómic o la historieta uno popular (un ‘Macanudo’ del genial Liniers sale más de $30 y está lleno de guiños hacia artistas, filósofos… o debería decir de estudiantes universitarios)?
Entonces éste deseo de reconocimiento y las expectativas de éxito no son expresadas sólo en las acciones de circulación (en las que se involucran una dramaturgia, una actitud y un conocimiento de las reglas del mundo del arte) sino que se presentan insitas en la obra y en la elección, como sea más o menos condicionada, del contexto de exposición (un espacio específico para el arte, alternativo o no, o ‘la calle’).
Existen ciertas fórmulas, digamos tipo de configuración de obras y contexto en las que se presentan, de acuerdo a las intenciones o pretensiones de comunicabilidad o de hermetismo, éste último si es bienintencionado buscando ser el pozo donde un otro, espectador o partner solidario, desbarrancará o se verá impelido a llenar. Pero la fórmula no asegura el éxito de una u otra intención, en todo caso si quien la propone ha aprendido bien los elementos y la gramática correspondiente a lo sumo puede asegurarse preventivamente el reconocimiento de la fórmula. Pues bien todavía parece ser que en el arte es insuficiente haberse aprendido bien la lección, pero vamos! en cualquier acto intencionado hacia otro en el que interviene el lenguaje, cualquiera sea, no alcanza con saberse el verbo o los mecanismos que lo han roto para que se produzca un encuentro comunicativo o erótico.

Qué tiene que ver este texto con la exposición del Cruce Rosario.Córdoba? Bueno, toda obra de arte y toda exposición habla del arte en sí mismo, mientras que, además, algunas de las obras expuestas en esta ocasión lo hacen más directamente desde la ironía o el chiste que parodia viejas formas artísticas al ponerlas en contacto con imágenes chabacanas o residuales del kitsch, este humor siempre es saludable porque hace más humanamente terrenal a aquellos grandes sueños aunque podría decir que por otro lado esconde cándidamente una incomprensión o una incapacidad de soñar a tal altura, dificultad expuesta franca y despasionadamente en unas 20 o 30 ideas abolladas sobre la mesa. Es que hace tiempo que las únicas voces grandilocuentes, las de las utopías ya sabemos…no… pfss, son las de la realidad de las bombas y el hambre y la de la ficción aplastantemente real del capital. Un arte lacio que camina por las calles de aquí o allá blandiendo gestos mínimos de post-renuncia, nostálgico de la infancia perdida, la privada y la social, se encuentra con los parientes lejanos con quienes al menos ejercitará un mínimo reconocimiento fisonómico y hasta un diálogo y con suerte un acto solidario.
Qué mas da? Qué mas queda? A quién se le ocurre pensar todavía que es condición humana el arriesgarlo todo, es decir la propia supervivencia o la visibilidad, detrás de un deseo o un sueño?


Las Cruces de los Artistas

por Lila Pagola

El valor de los intercambios - los cruces, en el arte pueden compararse figuradamente con el que la biología nos recuerda en su ámbito: evitar la endogamia, que es el principio de la muerte de una especie.

El arte contemporáneo se parece cada vez más a una especie en extinción, víctima de su endogamia. Repetidamente nos referimos en nuestros encuentros con grupos pequeños y recurrentes de personas que “somos siempre los mismos” en “los mismos espacios” o como única novedad se van dando de baja los de más de 35-40 (según el premio/concurso/beca del que se trate), e ingresan los de 20, con su repertorio de amigos y familiares renovado, como único conjuro para evitar la “degeneración biológica”.
Y en cada generación nos preguntamos: ¿será que a nadie le interesa el arte? ¿será que la gente está alienada por los medios y no logra identificar lo “realmente bueno”? ¿será que desde Córdoba siempre miran hacia afuera y nunca se apoya la producción local?

En general, los artistas siempre quedamos en alguna tranquilizadora combinación de alguna de esas respuestas, que nos ubica ciertamente, como sus víctimas; y por extensión como los “héroes” que hacemos patria al seguir sosteniendo nuestra producción, o un espacio independiente, o hasta incluso una clase de arte con 5 alumnos.

Cruzarse es intercambiar mundos: ideas, acciones, proyectos, relaciones con el afuera del arte, funciones sociales, dinámicas de producción, de gestión, colaboración. Los modos de hacer del otro-artista nos sirven sobre todo, para comparar pensando en nosotros y entonces repensar nuestras decisiones y sus efectos. Habilita una salida del lugar de héroe romántico o víctima de la “ignorancia social”, hacia el de un agente social que tiene que dialogar. Aún cuando no nos entendamos en nada y ningún aspecto de aquel mundo del otro-artista nos resulte “mejor” al propio, el intercambio desnaturaliza nuestra posición endogámica y monologal. Nos corre del lugar central, nos ubica en un mapa donde puede haber muchos iguales que nosotros -otro golpe contemporáneo a nuestra originalidad, preguntándose las mismas cosas -aunque respondiéndose de modos diversos- y de quienes podemos aprender y eventualmente, potenciar nuestras respuestas.

El cruce también renueva las relaciones, introduciendo la mirada nueva de aquel que es ajeno a nuestro pequeño mundo de referencia: es distinta de la mirada joven, porque no es una mirada en adoctrinamiento, sino una mirada con experiencia, pero desvinculada de compromisos e influencias “locales”.
El pensamiento – artístico o de cualquier área- necesita, para tener valor e incidir en su contexto, poder manifestarse por encima de las relaciones personales que influencian, condicionan, negocian entre aquello que percibimos, intuimos y lo que finalmente decimos, discutimos o hacemos. Las relaciones humanas son la base que nos mueve a comunicarnos, pero también son las que complejizan o entorpecen los intercambios de ideas cuando no habilitan la disidencia. El otro-artista, que pasa por nuestro lugar, suele ser el vehículo perfecto para canalizar nuestros mensajes e ideas de manera indirecta. Le contamos a ese otro, especialmente cuando es una celebridad desde nuestra mirada, percepciones que a nuestros pares ya no nos interesa comentarles. Su presencia nos moviliza para hablar y reflexionar -con deseo renovado- de nosotros mismos.

Las estrategias de cruce, son fundamentalmente, vitalizadoras. Son formas de salir del refugio y en la medida que no se practiquen mitificando al que viene, son formas de construir espacios de diálogo de dinámica arriesgada e incierta; porque si el otro-artista no es un “personaje” legitimado -y caricaturizado por ende, sino una persona real con todas sus contradicciones, no hay garantías sobre el resultado, básicamente porque no nos relacionamos con él como un padre o un terapeuta: las respuestas, si las hay, no están sino en nosotros mismos.
Casa13 ha practicado algunas de ellas en los últimos años, con distintos “resultados” (frente a los previstos) pero en todos los casos, con balance positivo en cuanto a la dinamización de acciones e ideas posteriores: gente que se conoce y hace otras cosas en conjunto, nuevos proyectos locales surgidos de comentarios o experiencias del otro-artista y también, experiencia adquirida sobre lo que no funciona… e incipientes mecanismos de auto-legitimación, que también deberemos aprender a gestionar. Porque en los cruces, como en todos nuestros actos, también construimos sentido: hacemos existir a otro, y a nosotros mismos: uno de los resultados a evitar sería el simple tráfico de “líneas de curriculum”.
Otro riesgo a evitar es el efecto amnesia característico de nuestra sociedad y del cual el arte no es la excepción: muchos proyectos se han ocupado de dinamizar intercambios, en vista a vitalizar el escenario (el proyecto Trama es un ejemplo reciente). Se ha producido documentación, se han habilitado nuevos canales de circulación y legitimación de artistas, especialmente beneficiosos para los artistas del “interior”. Sería interesante que alguna vez retomemos esos caminos abiertos por otros, y no nos encontremos discutiendo las mismas cosas con cada renovación de artistas.

Más allá de las iniciativas de intercambio, se desprende que nos sigue faltando a los artistas, aún intercambiando personas, ideas, proyectos, saltar a la etapa siguiente que -a mi modo de ver, es el motor primero de los cruces: comunicarnos con el otro real, el que está por fuera del mundo del arte.
Ese el cruce que algunos artistas buscan, auto-desplazados ya de su confortable lugar de héroes de la cultura, habiendo descubierto que la producción artística tiene muchos modos, muchos nombres, muchas estrategias. Que en cualquier caso, las herramientas que la tradición nos ha regalado bajo la forma de institución-arte no son sino un recurso comunicativo incomparable, si evitamos que su estructura desactive nuestros mensajes o los ponga en neta contradicción con los efectos comunicativos que queríamos lograr.

Nada fácil. Pero para eso podemos contar con los otros, locales y extranjeros, que nos recuerden críticamente, lo que enunciábamos en nuestras siempre astutas, políticas, o éticas intenciones y lo que finalmente hemos logrado generar en el otro, real.
Parece imprescindible entonces, ponerse a pensar, hacer y volver a pensar, pero esta última vez, con los demás.

Lila Pagola
Abril 2008

Nota: agradezco a los otros que me ayudan a pensar a mí: Luis, Carina, Pablo, Vero y tantos otros que quizá ni saben, pero así funciona :)

Proyecto Artista Turista

por Lucas Di Pascuale

A fines de 2007 recibí una invitación de la Rijksakademie de Amnsterdam para trabajar por tres meses en su Graphic Studio. En abril de 2008 recibí una invitación de Un pequeño deseo para escribir sobre cruces entre artistas. Creo que el proyecto que pienso desarrollar en Holanda tiene que ver justamente con cruces al igual que el hecho de hacerlo público

Proyecto Artista Turista

Introducción

Desde hace algún tiempo desarrollo proyectos procurando dialogar con la política y la historia reciente de mi región aunque sin entusiasmarme con la denuncia, sino pensando la práctica artística como un aprendizaje que la carga de sentido. Soy un artista nómade en lo referente a cómo producir, a cada proyecto le corresponde su propia técnica, ya que es allí donde se conforma el concepto del trabajo. Trato que las acciones que llevo adelante para producir mi trabajo tiendan a estrechar lazos con y entre las personas que me rodean. Intento también contagiarme de prácticas artísticas que me seducen.


Pensarme Turista

Viajar
Los artistas no somos turistas. Viajar suele ser parte de nuestro trabajo. Y cuando viajamos tenemos la posibilidad de producir nuestra obra en “otro” lugar. Tenemos la posibilidad de corrernos de nuestra rutina temporal y espacial; quizás esto implique también corrimientos en nuestra manera de pensar y producir la obra.
A veces parecemos turistas. Desarrollamos gran parte de nuestra actividad participando de diversas residencias y workshops en distintos lugares del mundo. Es posible encontrarnos en países lejanos proponiendo soluciones en torno a realidades sociales que apenas conocemos. Visitamos lugares donde lo distinto nos parece exótico y lo exótico corre riesgo de perder su esencia y convertirse en trofeo de nuestro viaje.
Sucede también que algunas veces somos turistas en nuestro propio lugar de residencia. Viajar es hermoso aun cuando no sabemos si viajamos para producir o producimos para viajar.


Obsequiar es recordar
Regalar es parte del viaje del turista y también del artista. Cuando volvemos a casa después de un largo viaje, los presentes suelen ser una manera de decir te amo; te he extrañado; pensé en ti mientras estaba lejos. Y cuando residimos por un tiempo en otra ciudad, estrechamos fuertes lazos con personas que quizás no volveremos a ver, entonces obsequiar es una manera de recordar.
Tengo planeado producir piezas que luego se conviertan en obsequios, y que obsequiarlas sea parte de su realización.
Pienso el proyecto como diversos cruces, una especie de reunión entre el sitio en donde estoy y el lugar de donde soy. Una reunión entre mis seres queridos y personas que voy conociendo durante el viaje.


Producción de objetos

Retratar Ámsterdam
Por un lado quiero recorrer la ciudad y retratar muchos de sus sitios. Algunos que la propia vida de la ciudad me indique como importantes, otros que simplemente me agraden y otros que me señalen las personas que voy conociendo en la propia Ámsterdam. Quiero retratar la ciudad y que las decisiones que vaya tomando para hacerlo tengan orígenes diversos.
Pienso realizar mi retrato dibujando con tinta sobre papel ese conjunto de sitios que se me presenten como importantes desde distintos puntos de vista.


Córdoba, Argentina, América Latina
También quiero pasar parte de mi tiempo en el Internacional Institute of Social History, sitio donde la colección de documentos sobre la historia social de América Latina es una de las más importantes del mundo. Voy a investigar la sección de documentos sobre América Latina, en especial los de la primera mitad del siglo XX. Me interesa ese momento por la influencia que tuvieron los viajeros que emigraron de Europa hacia América Latina en la gestación de los primeros clubes sociales, grupos sindicales, anarquistas y comunistas de mi región. Me interesa ese momento de expectativa en la sociedad, la idea de igualdad entre los hombres. Me entusiasma especialmente trabajar con piezas que originalmente fueron pensadas para la comunicación masiva, como folletos, volantes, afiches y panfletos. Piezas que por lo tanto poseen un discurso y una gráfica particular, piezas que fueron reproducidas en serie.
Mi intención es seleccionar pequeños textos que logren ir retratando parte de esa historia de mi región. Textos que se escribieron pensando que otra sociedad era posible y que para hacerla había que convencer al resto de la humanidad.


Producción en el graphic studio

Mis propias piezas para obsequiar
Con los dibujos y textos en mi poder voy a diseñar diferentes piezas, también para reproducir en serie, piezas en las que la gráfica sea parte de su esencia y donde se crucen los retratos de Ámsterdam y ese momento de la historia social de América Latina. Objetos que tendrán un formato semejante a los que se utilizan en el circuito turístico y en las tiendas de museos. Objetos para obsequiar.
Pienso realizar en la computadora una serie de diseños mezclando frases referentes a la historia social de América Latina con dibujos que retraten Ámsterdam. Luego adaptaré esos diseños para aplicarlos mediante serigrafía sobre distintos materiales y objetos. Las piezas que formen parte de Artista turista serán una serie de postales, folletos, afiches, prendas y sourvenirs. Finalizaré el proyecto obsequiando las piezas a distintas personas, tanto cuando me despida de Ámsterdam como cuando arribe a Córdoba.

Si te Cruzás con Buda, Matá a Buda

por Luciano Lamberti

Si un luchador encuentra a otro luchador, el primero debe hacer lo imposible por quedarse con la
vida del segundo luchador, así como con la vida de los familiares y amigos, borrar todo rastro de sus posesiones personales mediante el fuego, aniquilar a sus mascostas, su hacienda, sus sembrados, y regar con sal el sitio que ocupaba su casa para nada vuelva a crecer. Si el segundo luchador sobrevive al ataque del primero, debe tomarse un tiempo para sobreponerse de sus numerosas heridas, dedicándose a recoger calientes huevos de gallina o actividad similar, luego de lo cual arremeterá con todas sus fuerzas - incluso de las fuerzas que ignoraba poseer - contra el primer luchador, su familia y sus amigos y sus posesiones materiales. En caso de que el segundo luchador pierda la vida, su misión se traspasa inmediatamente a un familiar vivo, olvidado por el primer luchador, a un conocido lejano o incluso a quien no haya sabido jamás de la existencia del primer luchador. En casos así, el que lleva consigo la misión no sabe que la lleva, y puede vivir toda su vida con la misión encima, cultivando sus papas y enhebrando las agujas de su mujer. Pero si el primer luchador observa que el que no supo jamás de la existencia del segundo lleva consigo una misión sangrienta, más le vale arrastrarlo a un descampado y despellejarlo vivo. El que lleva consigo una misión se transforma y crece con ella. Todo lo que hace es un pálido reflejo de lo que podría hacer. O bien el primer luchador huye a las montañas o bien el que lleva consigo una misión se pudre en ella y no puede morir. Vive alrededor de setecientos años. Cría papas y les da consejos ridículos a sus nietos, que llevan consigo la misión y en secreto lo detestan.